LOCALIZACION

Nuestro territorio es la llamada comarca de las Sierras de Béjar y Francia, partes del Sistema Central La comarca la componen ochenta y siete municipios, casi todos ellos menores de trescientos habitantes. El único núcleo que supera los diez mil habitantes es la ciudad de Béjar con alrededor de quince mil, seguido de Guijuelo con unos seis mil. El resto de sus casi cuarenta mil habitantes se reparten por los diferentes pueblos de manera desigual, siendo el 85% de sus pueblos menores de quinientos habitantes.

La comarca está situada en el centro de la Península Ibérica, al sur de la provincia de Salamanca. Se observa una variedad paisajística que queda reflejada en la subcomarcalización que se hace de ella. Las Sierras de Béjar y Francia dibujan su límite por el sur, la Sierra de Quilamas lo hace por el norte y junto a éstas tenemos los valles de los ríos Sangusín, del Alagón y el valle alto del río Tormes y los llanos adehesados –La Calería, las Bardas, Entresierras…- para el aprovechamiento ganadero del noroeste-norte y  noreste-este, localizadas en la penillanura del Campo Charro.

         Es una zona que comprende un amplio rango de ecosistemas. Encontramos bosques de diversas especies muy bien conservados, tanto de montaña como de valles. Estos parajes albergan un complejo florístico diverso en especies con un alto valor científico por la importancia de muchas de ellas. En cuanto a la fauna, la situación es parecida. Debido a la gran variedad de ecosistemas y a su estado de conservación, tenemos el hábitat idóneo para numerosas especies, algunas de ellas endémicas y otras muchas en peligro de extinción.
            Además, ha sido un lugar propicio para el asentamiento de pueblos. Y así ha sido desde épocas remotas. Siempre ha estado poblada, por lo que su riqueza patrimonial es  amplia. Baste citar el patrimonio laboral relacionado con las labores agrícolas y ganaderas, o el patrimonio constructivo, o el patrimonio sociocultural. Es decir, rasgos de una cultura propia, rica y variada que hemos sabido conservar y que nos otorga un carácter particular.